La semana pasada fue la semana de ARCO, la feria de arte con mayúsculas, en unos días Madrid se convierte en la capital del arte contemporáneo pero a ello no sólo contribuye ARCO, si no una serie de ferias menores que surgen a su amparo.
Estuve en ARCO y estuve en Madridart, quise también estar en Jaalphoto, una feria sólo de fotografía, pero por su culpa no pude, más adelante lo explicaré.
En las dos ferias que he visitado he encontrado mucho arte, de diferentes calidades, temáticas y géneros, pero para hacer mi crónica me centraré en lo que allí encontré en cuanto a fotografía.
ARCO
Arco es una feria en todo el sentido de la palabra, con sus freaks, sus ilusionistas, sus domadores de pulgas que no existen, sus mujeres barbudas y sus enanos. Es el todo vale, el recinto de los disparates pero también del arte con mayúsculas. De un tiempo a esta parte, el esperpento ha ido ocupando mayor lugar en la feria relegando al resto de manifestaciones artísticas a un segundo plano, no cabe duda de que es una estrategia empresarial intencionada, y por tanto tan respetable como cualquier otra. Sin embargo, en este año no he encontrado tantas astracanadas como en pasadas ediciones ni he notado que hayan sido sustituidas por grandes muestras artísticas. Se diría que la crisis (Económica, cultural o de cualquier otra índole) ha inducido a las galerías a no arriesgar y a buscar apuestas seguras.
Lo que sí he encontrado en esta edición es una mayor presencia de la fotografía. El número de obras fotográficas ha aumentado considerablemente, y eso siempre es de agradecer.
Para hablar de las fotografías expuestas en Arco, mejor divido las fotografías en categorías.
Las apuestas seguras:
No todas las galerías se pueden permitir tener entre sus artistas a los grandes nombres de la fotografía, como no todas pueden exponer un Picasso, pero eso no ha impedido que en ARCO nos pudiéramos encontrar con alguno de los más célebres.
De Daido Moriyama se podían ver algunas de sus fotografías más conocidas; Separation, Tights, Osaka y Kariudo. De Shirin Neshat tres pequeñas fotos de la serie Tooba, que pasaban casi desaparcibidas por contraste a los grandes formatos a los que nos tiene acostumbrados, pero no por falta de interés. Robert Mapplethorpe de nuevo presente, en esta y en casi cualquier feria, con algunas de sus fotografías más conocidas. Miguel Rio Branco estaba presente en un par de galerías.
Thomas Ruff ocupaba su lugar con sus gigantescos jpgs y con un atractivo desnudo femenino. Pierre Gonnord exponía sus retratos de caballos con los que ya me encontré en Fuenlabrada y que, sin dejar de ser interesantes, me parece que no están a la altura de sus famosos retratos. Thomas Struth también estuvo presente con uno de sus paisajes urbanos, deshumanizado y fascinante. Erwin Olaf expuso una fotografía a caballo entre las láminas de Norman Rockwell y la estética de “Moonrise Kingdom” de Wes Anderson, muy bella.
© Thomas Ruff
© Erwin OlAF
© Thomas Struth
Olafur Eliasson expuso sus horizontes glaciales, panorámicas en blanco y negro de paisajes helados. Me agradó encontrarme con fotografías de Lynne Cohen por segunda vez en la misma semana, pues el día anterior asistí a la presentación de la muy recomendable exposición que le dedica la fundación Mapfre en su sala Azca.
Los eternos
Están en todas las ferias y en todos los saraos artísticos, son fotógrafos que han conseguido una merecida fama y a ella se aferran los galeristas y programadores. Su presencia se repite y encontrarlos en todas partes reconozco que a veces puede llegar a cansar, pero no es de ellos la culpa.
De Joan Fontcuberta pudimos ver su conocidísimo trabajo Sputnik, que ha sido premio Hasselblad 2013. Chema Madoz de nuevo con las mismas fotografías, o tal vez son nuevas pero parecen antíguas. Las hierbas fotografiadas por José Ramón Ais no podían faltar en ARCO como no faltan en el resto de eventos fotográficos, son imágenes que ejercen una fascinación especial y tienen el puesto asegurado, reconozco que tengo cierta debilidad por el trabajo de este autor y más adelante le dedicaré una entrada completa.
© Joan Fontcuberta
© José Ramón Ais
Miguel Ángel Tornero es otro fotógrafo que, con sus mezclas de dos fotografías en una, está presente en exposiciones, ferias y demás, a mi su obra no acaba de llegarme, tal vez las fotos expuestas en ARCO sean mejores que otras como las que expuso en La Tabacalera. Y, por supuesto, no podía faltar Pablo Genovés con sus fotomontajes apocalípticos de catedrales inundadas y similares fruto de su dominio del photoshop, otra vez, y las que vendrán.
Los desconocidos.
Desconocidos para mí, claro. Son autores cuyo nombre y obra desconocía hasta ahora, lo cual no implica que su trabajo sea de peor calidad o interés, tan sólo que yo no he tenido acceso a sus fotografías.
Esta lista de autores es grande, yo voy a reseñar aquellos que más me han llamado la atención, por diferentes motivos.
Los bodegones de Michael Wesely me parecieron bellos por el uso del color y la composicíon y por la forma original de mostrar algo que todos creemos inmovil, flores en un jarrón, pero que a base de superponer exposiciones muestra un movimiento no perceptible a simple vista. Los 99 Sunsets, de Thomas Weinberger, que tan comentados han sido, sólo me parecen un truco para llamar la atención pero nada más que una mera anécdota. Me gustaron mucho los Paisatges de Miguel Tellería, una colección de fotos a pequeño formato en las que reproduce paisajes ibéricos, un tanto postalero y sin interés fotográfico, pero sobre los que ha superpuesto titulares de noticias que suponen un reflejo de la sociedad consumista, capitalista y alejada de la naturaleza y lo natural en la que vivimos. No me interesaron como trabajo fotográfico, pero sí como obra conceptual.
© Michael Wesely
© Thomas Weinberger
© Miguel Tellería
Muy interesantes las fotografías de Carlos Irijalba, por su excelente composición. Manuel Franquelo, pintor hiperrrealista, expone una fotografía de una estantería llena de objetos, esa misma fotografía estaba el pasado año en la misma galería y la reacción del público que observé fue la misma, todos se empeñaban en resaltar la maestría con la que el pintor había pintado la escena, tanto que parecía una fotografía. Fue una situación divertida que da mucho que pensar. El recurso de Ixone Sádaba de colgar boca abajo un par de paisajes marinos me parece una llamada desesperada de atención que no merece ser respondida.
© Carlos Irijalba
© Manuel Franquelo
© Ixone Xádaba
Muy bella la forma de captar la luz en jardines domésticos de Jane y Louise Wilson. Lucia Koch ha fotografiado el interior de recipientes que usamos habitualmente, tales como vasos y bolsas de papel o paquetes de café, y les ha dado una nueva dimensión, probando así que en fotografía no todo está inventado. Me gustaron las fotografías en blanco y negro de David Goldblatt y me sorprendió encontrar una apuesta tan clásica en ARCO, algo parecido me ocurrió con la fotografía de Kader Attia “History of a reappropiation”. De Elger Esser se pudieron ver dos paisajes deslavazados, pálidos y hermosos.
© Jane y Louise Wilson
© Lucia Koch
© kader Attia
© Elger Esser
La fotografía Playground 3 de Stephan Ach me resultó cautivadora por la manera que tiene de usar el color en lo que parece una múltiple exposición. Juliana Borinski expuso a gran tamaño un trozo de película velada y lo tituló “Who’s affraid of the void?”, desde luego ella no, a mi me pareció otro chiste más entre los muchos de ARCO. La fotografía de Primoz Bizjak en la que retrata la carcel de Carabanchel al anochecer me pareció de lo más interesante que encontré, por la forma en la que combina sobre y subexposición en una misma fotografía, por el color, por la composición, por el dominio absoluto de la luz, porque es una gran fotografía. Otra sorpresa fueron las fotografías de Bene Bergado, muy duras y con un planteamiento formal cercano al fotoperiodismo y muy alejado de las premisas imperantes en la feria. Mishka Henner pertenece a la serie de artistas que se sirven de google earth para buscar imágenes, y de este modo ha recolectado una serie de fotografías de prostitutas en las carreteras del sur de Europa, al ver este trabajo no puedo dejar de hacerme dos preguntas ¿Se puede llamar fotógrafo a quien busca imágenes entre las calles de Google? ¿De verdad Henner no conocía el trabajo de Txema Salvans “The waiting game” al que sus fotografías se parecen tanto que es fácil confundirlas?
© Stephan Ach
© Primoz Bizjak
Richard Mosse estuvo presente con sus siempre fascinantes fotografías tomadas con película infrarroja caducada que vistas a gran formato resultan aún más interesantes. La fotografía “Aerial Suspension” de Claire Strand posee un caracter misterioso que le otorga interés, pero de esta autora me gustaron sobre todo sus “Skirts”, retratos de mesas camilla en blanco y negro, pura composición y uso de la luz. Romy Pocztaruk fotografía ruinas y texturas ajadas y castigadas por el tiempo cuyo interés es innegable. De entre los muchos fotógrafos finlandeses (país invitado en esta edición) me interesó mucho Perttu Saksa y sus fotografías de monos asiáticos vestidos con ropas humanas y con la cara tapada con caretas hechas de caras de muñecas, sus fotografías son bellas y terrórificas a un tiempo, sobrecogen por lo que muestran y por su gran belleza. Elina Brotherus, una fotógrafa también finlandesa que se autorretrata en diferentes poses y situaciones, sus fotografías transmiten serenidad y calma a pesar de que la esencia de su trabajo recuerde tanto a Cindy Sherman pero sin su artificiosidad aunque también sin su riqueza argumental y conceptual.
© Richard Mosse
© Claire Strand
© Perttu Saksa
© Romy Pocztaruk
Y para terminar quisiera resaltar el trabajo de Irene Cruz, no tanto por la originalidad de sus fotografías como por la forma de exponerlas.
Siguiendo iniciativas de otros artistas, Irene Cruz no expuso en ninguna galería, sino que aprovechó una pared junto a los servicios públicos para colgar sus fotografías junto con una carta en la que invitaba a los asistentes a llevarse una de sus imágenes en tamaño postal a cambio de difusión, pretendiendo de este modo cuestionar el principal valor del arte del arte por encima del económico: la contemplación.
Como resumen de lo encontrado en ARCO, puedo decir que cada vez más esta es una feria fotográfica y que la fotografía expuesta aquí aún parece estar libre de la teatralidad y sentido del espectáculo circense del resto del arte expuesto. No se ven astracanadas entre las fotografías como se encuentran entre las demás artes, de todos modos, y salvando los mismos nombres de siempre, aun le queda a la fotografía un camino por delante en esta feria. Ha ganado en cantidad y ello ha traído consigo un aumento en la calidad, se han podido ver magníficas fotografías, pero aún sigue siendo la hermana menor de las artes contemporáneos para muchos galeristas.
ARTMADRID
Esta feria, de reciente creación, y mucho menor que ARCO en cuanto a dimensiones, ignora a la fotografía. La presencia de fotógrafos en esta feria era tan insignificante que apenas merece ser reseñada, lo cual es una lástima y da mucho que pensar. Si me tengo que quedar con algo de lo allí visto, lo hago con las fotografías surreales y coloristas de Leticia Felgueroso.
JAALPHOTO.
Me gustaría poder hablar de esta primera edición de Jaalphoto, una feria de fotografía desarrollada en un hotel, pero cuando intenté acceder a ella acreditándome como prensa para diferentes medios me lo negaron argumentando que dieron un pase de prensa (del que la prensa no tuvo noticia) y más allá de ese pase la prensa debía pagar como los demás. No hay feria ni evento similar en donde ocurra algo parecido. Mal comienzo.