Continuo con la serie de entradas sobre los fotógrafos que pueblan la ficción.
“Lo importante es amar”, es una producción franco-italo-alemana dirigida por Andrzej Zulawski en el año 1975 y que describe un triángulo amoroso que tiene como piedra angular a Romy Schneider en una de sus mejores interpretaciones.
Ella es una actriz de tercera que sobrevive realizando películas eróticas o pornográficas. Un día entra en un rodaje Servais Mont, un fotógrafo que intenta capturar alguna imagen de la actriz sin su permiso durante un rodaje, pero ella le pide que no lo haga pues el cine erótico es sólo un trabajo alimenticio y no quiere ser reconocida. El fotógrafo se enamora de ella y se propone conquistarla a pesar de que ella está casada, y para ello financia en secreto un montaje teatral de Ricardo III, con la intención de relanzar su carrera y a la vez hacerse con su amor.
La película es un drama un tanto exagerado, una historia impetuosa que puede resultar desconcertante, pero no por eso es menos interesante.
Servais Mont, interpretado por Fabio Testi, se gana la vida como fotógrafo para producciones pornográficas algo excesivas y de muy dudosa catadura moral. Es el fotógrafo que prostituye su trabajo, el que necesita servirse de la fotografía como medio para asegurarse las lentejas aunque sea consiguiendo fotografías a escondidas en un rodaje erótico para unos matones. Todo vale si proporciona dinero.
Pero Mont no es sólo un mercenario de la fotografía, en él late el deseo de hacer una fotografía mejor, de hacer arte. Hay dos momentos en la película en que esto se puede ver con claridad; cuando acude a casa de ella para retratarla y en un momento muy especial, cuando tiene que fotografiar una orgía pero se concentra en el rostro de una mujer que llora, olvidándose de todo lo demás.
Servais Mont no es el único personaje de la película que tiene una relación con la fotografía, el marido de la actriz, interpretado por Jacques Dutront y que en mi opinión es el personaje más fascinante de todos (Por encíma incluso del histriónico actor al que da vida Klaus Kinski). Este personaje es una suerte de payaso triste que colecciona fotografías de hollywood, imágenes de rodajes, retratos de actores y actrices y todo lo que tenga que ver con la meca del cine. El esposo de la actriz que se rebaja para poder ganar algo de dinero vive pendiente de las fotografías del sueño cinematográfico, de imágenes de un mundo de lujos, de glamour.
Las fotografías son su refugio, no sólo su forma de ganarse la vida y acaban por convertirse en las protagonistas absolutas al final de la película. Las imágenes esparcidas por el suelo se convierten en el recordatorio de lo que los personajes nunca serán y a la vez en la constatación de lo que realmente son.
Enlace de interés: La ficha de la película en la IMDB