Añado con esta entrada una nueva imagen a la categoría de este blog dedicada a reseñar aquellas fotografías que, por cualquier razón, han dejado huella en mi.
Hand of Hope. Michael Clancy. 1999
Michael Clancy no es uno de los fotógrafos más destacados de la historia, su trabajo es desconocido en su mayoría pero una de sus fotografías merece un puesto entre las mejores por la intensidad del momento capturado, aquél en el que la mano de un bebé nonato agarra el dedeo del cirujano que está interviniendo a la madre.
Para narrar la historia de la fotografía, titulada “Hand of hope” nada mejor que las propias palabras del autor que cito a continuación:
“Como fotoperiodista veterano en Nashville, Tennessee, fui contratado por el periódico USA Today para fotografiar un procedimiento quirúrgico correctivo de espina bífida. Se llevó a cabo en un feto de 21 semanas de edad en el útero de la madre, en el Vanderbilt University Medical Center. En ese momento, en 1999, con veintiún semanas en el útero era la primera vez que un equipo quirúrgico consideraba la opción de la cirugía. El peor resultado posible sería que la cirugía podría causar un parto prematuro, y ningún niño nacido antes de veintitrés semanas había sobrevivido.
La tensión se respiraba en la sala de operaciones desde el momento que comenzó la cirugía. Se hizo la típica incisión de cesárea para tener acceso al útero, que se levantó y se situó en el cruce de los muslos de la madre. Todo el procedimiento se llevaría a cabo dentro del útero. Durante el procedimiento, la posición del feto se ajustó mediante una cuidadosa manipulación de la parte exterior del útero. Todo el procedimiento quirúrgico en el niño se completó en 1 hora y trece minutos. Cuando todo terminó, el equipo quirúrgico suspiró de alivio, al igual que yo.
Mientras el médico me preguntaba qué velocidad de película estaba utilizando, por el rabillo del ojo vi el movimiento del útero, pero ninguna mano de nadie estaba cerca de él. Estaba temblando por dentro. De repente, todo un brazo salió por la abertura, luego se movió hacia atrás hasta que sólo quedó a la vista una pequeña mano. El médico se acercó y levantó la mano, que reaccionó y apretó el dedo del médico. Como si fuera una prueba de resistencia, el médico sacudió el pequeño puño. Samuel se mantuvo firme. Tomé la foto! Wow! Sucedió tan rápido que la enfermera de pie al lado me preguntó: “¿Qué pasó?” “El niño salió, le dije. “Oh. Lo hacen todo el tiempo”, respondió ella.
La abertura quirúrgica del útero fue cerrada y el útero fue puesto de nuevo dentro de la madre, cerrando a continuación la abertura de cesárea.
Transcurrieron diez días antes de saber si la foto estaba incluso enfocada. Para asegurar que no hay ninguna manipulación digital de imágenes antes de que se puedan ver, USA Today requiere que la película sea presentada sin procesar. Cuando por fin el editor de imágen me llamó, dijo, “Es la imagen más increíble que he visto nunca.”
La fotografía, por el momento que capta, es sin lugar una gran imagen, lástima que precisamente por su contenido haya sido objeto de polémica.
Por un lado, grupos antiabortistas la han utilizado como argumento para sus postulados y precisamente por este uso son muchos los que intentan defender en internet que la imagen es fraudulenta, lo cual es falso.
Es una imagen impresionante, eso es lo importante, y todo lo que venga después poco importa.