PhotoEspaña 2014 es seguramente la edición más conservadora del festival, al menos desde que yo lo conozco.
La decisión de dedicarlo a la fotografía española como tema principal ha traído consigo el rescate de grandes fotógrafos de nuestra historia pero ha dejado poco para los fotógrafos actuales.
Tal vez para remendar ese error, se incluyen dos exposiciones en las que se intenta recopilar la obra de autores cuyo trabajo se sale de las normas más clásicas e intentan ir un paso más allá, adaptándose a los tiempos en los que les ha tocado vivir y con un pie puesto siempre en el futuro. Una intención muy loable cuyo resultado no va a dejar indiferente a nadie y dará mucho que hablar.
Fotografía 2.0, comisariada por Joan Fontcuberta y P2P, Prácticas contemporáneas en la fotografía española, comisariada por Charlotte Cotton, Luis Díaz Díaz e Iñaki Domingo (Los responsables de la plataforma 3oy3, uno de los mejores sitios para estar al tanto de la mejor fotografía española contemporánea)

He visto más de una vez cada una de las exposiciones porque las obras expuestas me provocan sentimientos muy diferentes, en colisión muchas veces.
No son muestras al uso, su vocación rompedora y representativa de las tendencias actuales en fotografía da lugar a que no se trate de exposiciones tan fáciles de digerir como las demás que componen la sección oficial. Reconozco que me han desconcertado y me han roto los esquemas, y en eso les estoy agradecido pues de algún modo pueden haber contribuido a abrir mi mente, en especial ciertos trabajos que me han gustado mucho.
Ambas exposiciones buscan un mismo objetivo pero lo hacen desde diferentes planteamientos. Fotografía 2.0 es un espacio para la fotografía más conceptual, para la incorporación imparable e inevitable de internet al arte fotográfico. Sin embargo, P2P hace mayor hincapié en el proceso fotográfico, en la fotografía como objeto, en los materiales y los medios.
Tuve la suerte de asistir a las presentaciones a prensa de ambas y eso me permitió entenderlas mejor gracias a las indicaciones y argumentaciones dadas por sus autores, pues si algo las caracteriza es que para comprender la obra de muchos de los autores, es preciso conocer el concepto que hay detrás, la historia que el autor quiere contar. Al conocer lo que hay detrás de cada proyecto fotográfico, sus intenciones y motivaciones, las imágenes ganan en significado, adquieren una riqueza y sentido que no tienen ante los ojos del neófito, pero la adquisición de ese conocimiento no implica ganancia de un interés puramente fotográfico, estético o plástico. De hecho, este es secundario en muchos de los casos.
Después de conocer los proyectos fotográficos y su justificación, permanece la sensación de que las fotografías actúan a veces más bien como ilustraciones de tales argumentos, como si no fueran el fin último y principal buscado pro los autores, sino un complemento que le da forma visible al concepto sobre el que los fotógrafos trabajan pero que depende en todo momento de la argumentación y la historia que hay detrás. Creo que muchas veces son un vehículo empleado para que el mensaje llegue al espectador, pero no son la meta, el fin del camino.
Algo que me ha llamado la atención en mucho caso es que la mayoría de los autores no han realizado las fotografías que exponen, sino que las han recogido de internet o de archivos ajenos. No pongo en duda su capacidad como artistas, pero no puedo evitar preguntarme si realmente son fotógrafos aquellos que exponen las fotos de otros. Tal vez esto tenga sentido en trabajos en los que el motivo fotográfico no es ya la realidad, lo que el fotógrafo tiene delante, sino la propia fotografía como objeto, o incluso el proceso fotográfico en sí, más que el resultado, mucho más que lo fotografiado.
Comento a continuación ambas exposiciones autor por autor expresando siempre lo que sólo es mi opinión personal.
Fotografía 2.0
Círculo de Bellas Artes, hasta el 27 de Julio.
Joan Fontcuberta el día de la presentación
The Waiting Game, de Txema Salvans
Reconozco que este proyecto de Salvans me cautivó cuando lo conocí y mi opinión no ha cambiado desde entonces, no deja de interesarme y fascinarme.
Para más información sobre estas fotografías remito a una entrada anterior de este blog.

XY XX, de Fosi Vegue
Vegue trabaja sobre un tema muy cercano a Salvans, él también basa sus fotografías en el tema de la prostitución pero su enfoque es antagónico al de Txema Salvans pero no por eso menos interesante.
El autor descubrió que algunas ventanas de un patio de vecinos al que tenía acceso daban a las habitaciones a un prostíbulo y eso le llevó a realizar este trabajo que él considera una actualización de Dirty Windows de Merry Alpern o incluso de La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock.
Vegue ha fotografiado con un teleobjetivo el interior de esas habitaciones y el resultado es un conjunto de imágenes confusas, donde no distinguimos rostros pero sí espaldas o piernas pues no es su intención documentar la vida privada de quienes allí operan sino hacer una interesante reflexión del sexo como sistema de control o como catalizador de nuestros instintos y nuestros deseos y contradicciones.
El resultado es un conjunto de imágenes poderosas que no dejan indiferente a nadie.

Intrusos, de Albert Gusi.
En el Parque Natural del Alto Pirineo se instalaron cámaras camufladas para estudiar la evolución de la exigua población de osos residente. Las cámaras registran más de 24.ooo imágenes pero casi no se ven los osos pues son otros animales de todo tipo los que han accionado los sensores.
Albert Gusi ha recopilado algunas de esas imágenes en las que los animales parecen posar ante un retratista y que no están exentas de ciertas cualidades artísticas.
Me han gustado las fotografías pero no puedo evitar preguntarme ¿Se puede hablar de un fotógrafo o de un recopilador de imágenes ajenas?
Op. Verona, de Arturo Rodriguez.
A raiz del caso Snowden, el Congreso de los EE.UU desclasificó y puso a disposición del público en la web de la NSA varios documentos relacionados con operaciones encubiertas llevadas a cabo por los servicios de inteligencia durante los últimos años.
Lo que Arturo Rodriguez presenta es un cubo de madera de 2x2x2 que reproduce las celdas de interrogación de la CIA y en sus paredes documentos obtenidos en la web de la NSA usando como términos de búsqueda palabras como SPain y Meteorological.
De nuevo me surge la misma pregunta. ¿Es esto fotografía? y aún no tengo la respuesta.

Karma, de Óscar Monzón.Este trabajo se encuentra por partida doble en esta edición de PhotoEspaña, en forma de interesante exposición en La Fresh Gallery y con una ampliación gigante de algunas de las imágenes entremezcladas dentro de Fotografía 2.0.
Karma es un proyecto que reflexiona sobre el uso que hacemos del coche, de como cataliza el instinto depredador del ser humano y de la agresividad que se le asocia al diseño de los vehículos y la publicidad.
Las fotografías de Karma son potentes, agresivas pero no hostiles. Han sido tomadas en gran parte desde pasos elevados sobre la carretera y muestran la intimidad de los ocupantes de los vehículos.
Personalmente, me gusta mucho Karma cuando lo veo en forma de exposición, pero el libro que tanta celebridad ha adquirido y que fue merecedor del premio First PhotoBook Paris Photo-Aperture Foundation en 2013, a mi no me llega a interesar, me cansa el exceso de imágenes vacías donde sólo veo carrocerías.

Farhana, de Reinaldo Loureiro
Son muchos los que a diario se juegan la vida intentando atravesar la frontera de Melilla escondidos dentro de un coche y son descubiertos por la Guardia Civil.
Un fotógrafo del cuerpo toma fotografías de esas personas escondidas en los recovecos más inverosímiles de los coches y después las imágenes quedan disponibles on-line.
Reinaldo Loureiro ha recopilado esas fotografías y las expone ahora. De nuevo me surge la misma duda, ¿Se puede considerar fotógrafo el que sólo recopila imágenes?
Autopsia, de Pablo Chacón
Este proyecto, que fue uno de los seleccionados el pasado año en los primeros (¿Y últimos?) premios Absolut Porfolios,
Consiste en fotografías tomadas en lugares donde se han producido accidentes de tráfico. El autor fotografía los lugares pasadas 24 horas del accidente, cuando han desaparecidos los restos más visibles, a continuación toma algún objeto resto del accidente y lo fotografía en su estudio, sobre una mesa de luz. Por último toma muestras microscópicas y las fotografía en el microscopio.
En esta muestra, la única fotografía microscópica realizada ocupa una pared mientras que un vídeo con imágenes de los lugares se muestra en una minúscula pantalla. Las imágenes de los objetos encontrados se presentan como una catalogación entomológica ordenadas sobre una pared.
Un proyecto fotográfico con algo que contar, muy interesante.

The Random Series, de Miguel Ángel Tornero.
Me he encontrado ya en varias ocasiones con esta serie de fotografías pues The Randon Series aparece en las principales recopilaciones de fotografía española contemporánea, ya sea en forma de exposición como fue Contexto Crítico como en recopilaciones online.
Tornero recurre a softwares dedicados a la elaboración de fotografía panormámica pero en lugar de usar imágenes contíguas introduce fotografías sin ninguna relación entre ellas para que el programa interprete cómo relacionarlas y convertirlas en una sola.
Es un interesante trabajo que se sirve de las nuevas tecnologías pero como una herramienta, no como el objetivo y la justificación del proyecto.
El resultado me resulta interesante aunque, por su propia naturaleza, este tipo de trabajos se agotan fácilmente.
Data Recovering, de Diego Collado.
Las tecnologías informáticas no sólo han ocupado un lugar importantísimo en el desarrollo de la fotografía contemporánea, sino que ahora son conceptos inseparables. Este maridaje tiene efectos peculiares en ocasiones y sobre eso investigan autores como Diego Collado.
El autor ha recopilado ejemplos de archivos dañados para reflexionar como los ordenadores recomponen de forma artificial esas imágenes comportándose de forma similar a la memoria humana, inventando e incluso creando.
Muy interesante la reflexión aunque de nuevo tengo dudas sobre la condición fotográfica y creativa de este trabajo.
1048, de Jordi Pou
Este es seguramente el caso más claro de uso de fotografías ajenas al servicio de una idea.
Jordi Pou buscaba en internet un artículo que tenía la referencia 1048. Al realizar una búsqueda en base a este término encontró gran cantidad de artículos de todo tipo que tienen esa referencia y ahora ha recopilado esas imágenes junto con los textos que las describen en las diferentes webs de las que proceden.
De nuevo es un recopilador de imágenes el que expone, no el creador ni el artífice de ellas.

Study for an endless city, de Alejandro Guijarro.
Las fotografías que el autor ha realizado muestran paisajes urbanos, vistas amplias de ciudades, sobre todo de sus tejados, pero todas están intervenidas de alguna forma, ya sea mediante pixelado, añadiendo niebla, trazando líneas y otras actuaciones digitales sobre las imágenes que muestran la idea de ciudad contemporánea de la expansión de las grandes urbes que el autor tiene. Al menos esa es la conclusión que obtengo después de leer la nota explicativa, no sé si acertaré.
BG Paintigs, de Manuel Fernández
Rizando el rizo del más difícil todavía, Manuel Fernández crea imágenes de forma digital que recuerdan a algunos errores informáticos en la generación y recuperación de fotografías pero que deben su existencia a determinados “presets” ofrecidos por algunos programas.
Pues eso.
In-Dependencias, de Miguel Ángel García.
Reflexionando sobre conceptos como la privacidad o la independencia de los ciudadanos europeos, García fotografía ciudades en vistas aéreas que retratan sus tejados y mediante software de edición fotográfica, resalta en rojo elementos tales como chimeneas, ventanas y otros que señalan la existencia de dependencias privadas mostrando a la vez la ciudad como entorno colectivo y los espacios privados.
El autor ha recorrido Europa durante cuatro años fotografiando las 28 capitales europeas y de todas estas fotografías ha resultado una imagen por superposición de todas las fotografías en capas de forma que la transparencia de cada capa la determina la cantidad de resultados obtenidos en google al buscar el concepto de independencia asociado a cada ciudad.Como ensayo estadístico o de visual thinking, me resulta muy interesante, como fotografía se me resiste.
Desktop Portraits, de Roc Herms
Desde mi punto de vista poco que opinar, una instalación con ordenadores desvencijados y monitores en los que se proyectan fondos de escritorio, algunos son fotografías personales de los usuarios, muchos se descargan gratuitamente de internet.
No le niego el valor sociológico e incluso antropológico, pero sí el fotográfico.

CelebriMe, de Jon Uriarte.
Este es un proyecto gamberro (Dicho sin afán despectivo, al contrario) que nació para ser mostrado en facebook y ha acabado en forma de exposición.
Ahora que todo el mundo lleva una cámara consigo en todo momento, esta se convierte en notaria de su propia existencia, en testigo y testimonio de los devenires vitales de una generación internauta acostumbrada a mostrar a todas horas fotos de si mismos en situaciones que demuestren su diferencia con respecto al resto, por ejemplo fotografiándose con un famoso.
Trabajando sobre esta idea del retrato con famoso como rúbrica del interés que pueda tener la vida de cada cual, Jon Uriarte se ha apropiado de muchas de esas imágenes que circulan en internet y mediante procedimientos digitales se ha insertado a sí mismo junto al famoso de turno.
En un trabajo largo y laborioso (La integración del propio fotógrafo en cada foto ha sido realizada con mimo y perfecta imitación) que nos hace pensar sobre el camino que tiene por delante el homo fotograficus a la vez que nos arranca una sonrisa.

Jail & Mugshots, de Darius Koehli
En 2003, el alcaide de una carcel en Arizona decidió instalar webcams en el interior para mostrar la vida privada de los reclusos a cualquiera que accediera a través de internet y de este modo aleccionar a posibles delincuentes futuros. A Darius Koehli recopila esas imágenes y las ordena en los muros de la exposición, eso es todo

Obscurities, de Juana Gost
Juana Gost, que firma como Juana Ghost recopila en lugares de internet como flickr, picassa y similares, fotografías de personas tatuadas, con piercings y todo tipo de laceraciones, cicatrices autoinflingidas y demás, las cuelga en la pared, las clava con clavos y san se acabó, ya tenemos obra de arte.

Viaje a la Tierra de mi padre, de Noelia Pérez
Es esta otra autora que trabaja sobre la memoria, sobre el recuerdo de un familiar, en este caso su padre. Para ello, ha reunido imágenes del álbum familiar sumadas a otras tomadas por ella, así como fotos tomadas de facebook en las cuentas de familiares con los que se perdió la relación, también ha incorporado objetos y elementos que configuran la memoria de su infancia, para dejar una constancia, para que no se pierda.
Me parece un bonito trabajo que nos invita sobre la forma en que las fotografías, ajenas y propias, configuran la memoria de los pobladores del siglo XXI

Thinspiration, de Laia Abril
El trabajo de Laia Abril trata sobre las chicas que sufren anorexia mostrándo fotografías tomadas directamente de la pantalla de un ordenador. Las fotografías que aquí se ven son las que esas chicas muestran sus autoretratos para alardear de sus cuerpos castigados por la enfermedad, fotografiadas en la pantalla por Laia. Es un muy interesante trabajo documental pero de nuevo tengo dudas sobre su condición de fotografía.

You Haven’t seen their faces, de Daniel Mayrit
Parafraseando el título del libro de Margaret Bourke White “You have seen their faces”, que retrataba la vida rural americana en la gran depresión, ahora Mayrit pretende hablar sobre la actual crisis.
Dado que después de las revueltas londinenses de 2011 la policía de la ciudad distribuyó panfletos con fotografías en las que aparecían jóvenes que sólo presuntamente habían participado en los disturbios, lo que hace Daniel Mayrit es buscar en internet los rostros de las 100 personas más influyentes de Londres según la revista Square Mile y tratarlos digitalmente para que parezcan tomados por cámaras de seguridad para después exponerlos todos juntos dando la vuelta a la tortilla conceptual.
Es un planteamiento muy interesante pero que incide de nuevo en la falta de creación fotográfica.

P2P, Prácticas contemporáneas en la fotografía española.
Centro Fernán Gómez, hasta el 20 de Julio.
Algunos de los autores el día de la presentación a prensa
Esta exposición ha sido estructurada en forma de “microexposiciones” de tres autores, siendo esta una clasificación temática.
Los grupos de tres fotógrafos no tienen un título exacto, pero voy a usar los que se utilizan en el blog “Semíramis en Babilonia” pues se acercan mucho a lo expresados por los comisarios y me han parecido muy acertados.
-Uso político de la imagen.
Tauromaquia, de Julián Barón
Para denunciar el control sobre los ciudadanos ejercido por los gobiernos a través de la policía, el autor trabaja sobre imágenes de prensa fotocopiándolas y dándoles un nuevo significado haciendo que recuerden a imágenes de espectáculos taurinos situando a los agresores y agredidos en ruedos y lugares similares.
Me parece una forma original de hacerlo.

The Fact of distance, de Ixone Sádaba
Dos fotografías de paisajes en blanco y negro, colgadas al revés, no hay más que contar.

Sin España, de Daniel Mayrit
Mayrit repite presencia en exposición, esta vez con imágenes obtenidas a través de la disección de todos los discursos pronunciados por el rey en navidad.
Cada imagen se ha obtenido renderizando el vídeo en cuestión reduciéndolo al color predominante en cada caso, y en el centro de la imagen se ha escrito el sustantivo más pronunciado en el discurso exceptuando la palabra España.
Un interesante experimento historiográfico, pero ¿Fotográfico?

Pequeños actos cotidianos de resistencia
Don Dinero, de Tanit Plana
Este fotógrafo pretende reflexionar sobre la inexistencia real del dinero y para ello ha realizado una serie de fotografías en las que algunas personas interactúan con un billete (Comiendo, defecando o con un comportamiento sexual), todo eso impreso a gran formato y color.No veo en esas fotografías el tema del que el autor pretende hablar, sólo veo imágenes que más parecen el trabajo de alguien que comienza que de un autor que expone en PhotoEspaña, creo que son chabacanas y desagradables.

Sugar Free, de Carlos Sanva
Este trabajo me ha parecido el ejemplo perfecto sobre como las justificaciones conceptuales de muchos autores no coinciden con el resultado final de su trabajo.
Pretendiendo denunciar sobre el poder y sus arquitecturas, el autor ha pegado en paredes de edificios oficiales chicles que él mismo ha masticado pretendiendo de esta forma mostrar su disconformidad.
Perdonen ustedes mi ignorancia, pero me reí mucho con este trabajo.

En todos los lugares, a todas horas, de María Sánchez
En el vídeo mostrado (sí, un vídeo, no una fotografía) la autora muestra como selecciona a un desconocido en el transporte público, le coloca sobre la ropa un pelo propio y lo va siguiendo.
Eso es todo, amigos.

Lo familiar y lo íntimo
Supernova, de Olmo González
Una sucesión de fotografías de muy distinto tamaño sobre la pared formando un patrón que podría recordar a algún mapa estelar. En las fotografías vemos objetos cotidianos e instantes privados de la vida del artista, lo cual impide la comprensión si no se conoce de cerca lo que estamos viendo.

This is Happening, de Román Yñán
http://www.diariosfotograficos.com es una página web donde, en forma de blog, Yñan publica fotografías personales tomadas a su familia, a su entorno más cercano y momentos en apariencia anodinos de su vida diaria.
Ahora algunas de estas fotografías se exponen sobre la pared como un mosaico, más bien un puzle, un juego privado que no carece de interés y que se convierte en una interesante muestra de cómo la fotografía compulsiva nacida de propuestas como instagram puede tener un lugar ganado a pulso en este tipo de muestras.

Konigin der natcht, mother and I, de Javier Marquerie Thomas
La madre del autor fue una intérprete operística que ya se retiró de los escenarios y sobre la figura de esta mujer giran las fotografías expuestas, en blanco y negro, con un tratamiento cercano a la fotocopia.
De nuevo otro autor que trabaja sobre el recuerdo de un progenitor, no cabe duda de que este tipo de proyectos pueden dar mucho juego creativo aunque me empiezo a preguntar si no será el tema de moda.

Construcción vs destrucción / Ruina
Construir, deconstruir, reconstruir, de Nicolás Combarro
Los escombros, los restos de materiales abandonados, poseen para el autor una estética y una memoria y sobre ello opera fotografiando materiales del desmontaje de la exposición anterior en el mismo centro, recortando sus formas y pegándolas sobre la pared como si fueran los propios restos, pero en realidad son fotografías.
Me interesa el planteamiento, mucho, pero no me acaba de convencer el resultado.

Rosetta Project, de Alberto Feijoo
Siguiendo en parte el esquema de Nicolás Combarro, Feijoo utiliza baldosas cerámicas rotas para imprimir fotografías sobre ellas y formar un mosaico en la pared y el suelo.
Mejor la intención que el resultado.

Façades, de Alberto Salván
Personalmetne siento una cierta fascinación por las paredes medianeras de los edificios, enormes lienzos en blanco con mucho que contar.
Salván fotografía estas paredes y después de revelar los negativos, los somete al contacto con las paredes para que se marque en ellos la textura de la pared, después imprime las copias.
En mi modesta opinión, el contacto de los negativos con la pared no aporta nada a las fotografías que de por sí ya son interesantes.

El bodegón clásico frente al collage hoy
Untitled (Photophobia) de Miguel Ángel Tornero
¿Qué vemos en este trabajo? Es fácil, pedazos de gomaespuma, de panel aislante y cinta, es decir, materiales fotosensibles que se han oscurecido en parte por efecto de la luz.
Para Tornero esto es fotografía por el mero hecho de la acción de la luz, bueno, está visto que aquí el que no se consuela es porque no quiere.

Los comediantes, de Íñigo Aragón
Es este un trabajo interesante que funciona alrededor de la representación de la forma humana intentando romper límites y patrones. A caballo entre la fotografía, el collage y en cierto modo la escultura, el resultado es interesante no sólo a nivel conceptual, sino por su potente plasticidad.

La vida suspendida, de Jesús Madriñán
En esta ocasión, Madriñán no expone sus conocidos de clubbers londinenses que le han proporcionado una muy merecida fama sino que recurre a mostrar en forma de bodegones su entorno personal, dentro del cual aparece alguna copia en papel de tales retratos.
Son dos fotografías de factura muy clásica en lo formal pero que van más allá del bodegón tradicional por el tipo de objetos retratados.
Lo extraño y mágico que hay en la realidad
Antipodesedopitna, de Cristina de Middel
No podía faltar en esta muestra esta autora, la gran revelación de la fotografía española actual por méritos propios pues sus trabajos siempre tienen un gran interés.
En esta ocasión, jugando con la típica broma de mostrar las antípodas neozelandesas como un paisaje boca abajo, retrata esos majestuosos lugares intentando captar su profundidad a través de un espejo que a su vez se refleja en el espejo que hay dentro de la cámara. El resultado es un conjunto de imágenes oscuras que obligan al espectador a realizar un ejercicio de atención para disfrutarlas como merecen pues se trata de un trabajo de gran belleza.

Mediodia, de David Hornillos
Mediodía era el nombre antiguo de la estación de Atocha y es en ese lugar donde se han tomado las fotografías, usando como telón de fondo un muro de ladrillos naranjas y siempre a esa hora del día, al mediodía.
Un reflejo muy interesante de la vida en ese punto de Madrid donde han sido capturado los tipos humanos, los animales, la vida entera que pasa frente a un montón de ladrillos.

The earth is only a little dust under our feet, de Bego Antón
Me ha gustado mucho este proyecto, no sé bien por qué, tal vez porque me ha divertido, tal vez porque me resulta interesante en el fondo.
Parece ser que un 54% de los habitantes de Islandia cree firmemente en la existencia de seres tales como elfos, trolls, hadas y demás. La autora entrevistó a decenas de personas que aseguran poder verlos y recorrió el país buscando sus casas y escondites.
Las fotografías que la fotógrafa tomó de esos lugares y personas se muestran aquí acompañada de objetos muy relacionados con ellos, pero no sólo eso, Bego Antón también ha dejado a su elfo personal para que cualquiera se fotografíe con él usando una cámara dispuesta para ello, o con la suya propia y colgándola en las redes sociales.
El público está interactuando con la propuesta de la autora y poco a poco la pared se está llenando de fotos en las que los visitantes interactúan con el elfo invisible.

La tecnología y la cultura popular
Manual, de Bubi Canal
Fotografías de manos sosteniendo extraños objetos geométricos en blanco y negro.
Que cada cual saque su interpretación.

RPR, de Oscar Monzón
El autor de Karma ahora muestra un vídeo en una gran pantalla donde vemos siluetas de caminantes entrecruzarse en su discurrir y que se mezclan con las siluetas de los visitantes que cruzan delante del proyector.
Todo en conjunto resulta interesante y algo hipnótico.

Bigger and Unique, de Marc Serra
El discurso del autor sobre esta obra pretende incidir en: las propiedades representativas de la realidad y en las habilidades y hándicaps del medio fotoráfico, su supuesta objetividad , las tensiones encuadre/fuera de plano, y la bidimensionalidad de la imagen (SIC). Y todo ello con una fotografía de las que se venden en IKEA sobre otra fotografía de unos focos.
Bueno, pues si el lo dice.

Dominio de la imagen pura
Geometría de ecos, de Carla Andrade
Una sucesión de fotografías se distribuyen sobre la pared de forma en apariencia anárquica. Son paisajes en los que el color blanco es el protagonista.
El resultado no carece de belleza más allá de la motivación formal de la autora.

El Palo, de Alejandro Marote
Sirviéndose de la transparencia de un material como el duratrans, Alejandro Marote superpone fotografías con un tratamiento monocromático, azul y rojo.
Aunque lo fotografiado es reconocible, el resultado se acerca a la abstracción y es ahí donde radica su belleza, en el armónico juego cromático y de formas.

Adora, de Jon Cazenave
Estas tres potentes y muy bellas fotografías muestran el acercamiento de Cazenave al mar cantábrico junto al que vive. La fuerza de las olas queda reflejada en composiciones simétricas sólo en apariencia plasmadas en un potentísimo blanco y negro.
Para mi, de lo mejor de la exposición.

Y esta ha sido mi modesta opinión sobre las dos exposiciones, no pretendo sentar cátedra, tan sólo mostrar mi punto de vista particular, siempre propenso a errores.