Afal, una publicación y una época.

Hace tiempo que participo en la revista Abre el Ojo que edita en formato digital el Instituto Europeo del Diseño.
Hasta ahora mi temática ha sido el cómic clásico, pero a partir del último número ampliaré la temática a otros campos, entre ellos la fotografía.
Para comenzar mi serie de artículos sobre fotografía en la revista he elegido Afal, la revista y asociación almeriense a la que tanto le debe la fotografía española.

Reproduzco el artículo a continuación si bien aconsejo consultarlo en la revista y echar un vistazo a todo su contenido siguiendo el enlace publicado al final de esta entrada.

AFAL, UNA PUBLICACIÓN Y UNA ÉPOCA

La fotografía, presente por lo general en exposiciones temporales, galerías y ferias o certámenes como PhotoEspaña, tiene sin embargo poca cabida en los museos y en sus colecciones permanentes. Salvo excepciones como la colección de Fundación Telefónica, que además no se expone de forma duradera, poco podemos ver del arte de Niepce en los museos.
Hace pocos años, el Museo Reina Sofía de Madrid comenzó a destacarse fuera de esa tendencia incluyendo a grandes maestros de la fotografía española en su salas permanentes y en su programación temporal. Ahora ha vuelto a hacerlo creando una sala dedicada en exclusiva y de forma permanente al Grupo AFAL.
Esta decisión por parte del museo hace justicia a esta asociación a la que pertenecieron algunos de los más importantes fotógrafos españoles y que, a pesar de su gran importancia, es bastante desconocida fuera de ámbitos fotográficos.
El Grupo AFAL, acrónimo de Asociación Fotográfica Almeriense, fue fundado en el año 1950 como una asociación que buscaba la difusión de la fotografía. Su fundación obedeció a una tendencia de la época que generó agrupaciones fotográficas en toda España; antes de la Guerra Civil apenas existían la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, la Agrupación Fotográfica de Cataluña y poco más. Sin embargo, en 1960 ya se contaban más de treinta.

Fotografías y material gráfico expuesto

Un detalle de la nueva sala en el Museo Centro de Arte Reina Sofía


La Asociación Fotográfica Almeriense inició su andadura, como tantas de su categoría, reuniendo a un grupo de aficionados que compartían su pasión por la fotografía, hasta que en 1955 se nombró presidente a José María Artero García y secretario a Carlos Pérez Siquier. Estos nombramientos trajeron un nuevo planteamiento de la filosofía de la asociación, que ahora bebía de las tendencias y corrientes que imperaban en el extranjero, y que impulsaron la decisión de editar una revista que diera cabida a esas nuevas tendencias. En aquel momento, tras el nacimiento de Arte Fotográfico en el año 1952, las revistas fotográficas apenas si pasaban de meros boletines. Pero Arte Fotográfico se centraba más en la fotografía de inspiración pictorialista o academicista, lo cual motivó que en enero de 1956 naciera la revista AFAL.
Este primer número, con formato de boletín similar a los que editaban otras agrupaciones, como el Sombras de la Asociación Fotográfica de Madrid, algunos editados por la Agrupación Fotográfica de Cataluña o el Foto Club de Valencia, seguía la misma línea de sus predecesores, pero a partir del número cuatro la revista cambió su dirección pasando a ser una publicación centrada en la fotografía documental y humanista. La existencia de una revista de estas características dio paso a que un buen número de grandes fotógrafos encontraran un espacio para difundir sus fotografías; y así fue hasta que la revista publicó su último ejemplar en 1963, si bien en los números publicados entre 1959 y 1963 el cine ocupó un espacio considerable dentro de sus páginas.
A partir del número cuatro la revista cambió su dirección pasando a ser una publicación centrada en la fotografía documental y humanista. La existencia de una revista de estas características dio paso a que un buen número de grandes fotógrafos encontraran un espacio para difundir sus fotografías
En el año 1958 se publicó el Anuario de la Fotografía Española que obtuvo una importante difusión y algún enfrentamiento con los censores a causa de algunos desnudos publicados. La tirada de este anuario fue de 2500 ejemplares, algo extraordinario en aquel momento. A lo largo de su existencia, AFAL organizó eventos como el Salón de Invierno de Almería, una exposición itinerante del fotógrafo Otto Steinert o algunos proyectos en colaboración con el célebre Club Fotográfico de París Les 30 x 40.
Las actividades de AFAL dieron un impulso a la fotografía nacional y a la provincia en la que tenían lugar, alejada en esa época de los eventos culturales. Para resaltar la influencia que este colectivo tuvo en la fotografía y la cultura española, cabría destacar que gracias a la revista se pudo ver en nuestro país el trabajo de autores como Henri Cartier-Bresson, William Kelin, Robert Frank y Steinert, entre otros. Además, dieron a conocer en el extranjero a los fotógrafos españoles: tal fue su importancia que Edward Steichen invitó a algunos de los participantes a una exposición fotográfica mundial celebrada en 1959 en el MoMA de Nueva York. Sin embargo, este reconocimiento no los convirtió en profetas en su tierra y en España la crítica especializada no valoró positivamente su publicación u otras similares.

Material gráfico y documental expuestoMaterial gráfico expuesto en la sala dedicada a Afal en el Museo Centro de Arte Reína Sofía

Hasta que apareció la revista Nueva Lente, las publicaciones fotográficas no encontraron el espacio que merecían. AFAL desarrolló su actividad durante una dictadura que intentaba ocultar al mundo las condiciones de pobreza en las que vivía el país y, de este modo, todo aquello que contribuyera a documentar esa realidad y ponerla de manifiesto se consideraba sabotaje. Esto provocó que la revista tuviera serios problemas, pero aun así se publicó hasta 1963 con un total de 36 números. Poco después el grupo se disolvió.
En 2006, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo realizó una exposición titulada “AFAL. El Grupo fotográfico 1956/1963” acompañada de un seminario en el que se analizó la influencia de AFAL en la fotografía española.
Los fotógrafos que publicaban en la revista tenían diferentes orígenes y sus trabajos definían con claridad el estilo de cada cual. No constituían un grupo homogéneo que siguiera una tendencia determinada, más bien coincidían en una filosofía y les unía una serie de “peculiaridades que la hacen independiente, soberana de su propio campo de expresión y con posibilidades inéditas no soñadas ni explotadas por otras artes más antiguas en el tiempo”, según se describieron en la publicación. Realizaban una fotografía humanista: el ser humano era el centro de su trabajo aunque no descartaban temas como paisajes o naturalezas muertas a los que trataban con la misma pátina humanista e intimista.
Fueron muchos los fotógrafos que pasaron por las páginas de AFAL, muchos los grandes nombres entre los que se encuentran Gabriel Cualladó, Joan Colom, Ramón Masats, Pago Gómez, Carlos Pérez Siquier, Alberto Shommer, Ricard Terré, Oriol Maspons, Francesc Catalá Roca, Julio Ubiña, Xavier Miserachs, Gerardo Vielba, Ramón Barqués, Leopoldo Pomés, Francisco Ontañón y otros de los grandes precursores de lo que hoy, con el afán etiquetador anglosajón que nos invade, se denomina Street Photography, pero que entonces no era más que un interés maravilloso por captar la vida en toda su magnitud, lejos de modas y cerca del corazón. De aquellos fotógrafos, todos destacables, considero oportuno reseñar algunos nombres:

Carlos Pérez Siquier
Fundador de la agrupación junto con José María Artero, así como de la revista, es el único almeriense entre los más célebres. Sus fotografías del barrio de La Chanca le dieron la fama por su enfoque humanista y cercano de un barrio marginado, si bien fueron sus fotografías de veraneantes en la playa o de los rótulos y paredes mediterráneos las más conocidas por el público, por su novedad en su día (se anticipó a autores similares como Martin Parr) y por su tremenda fuerza visual.

Pérez Siquier© Carlos Pérez Siquier

Oriol Maspons
Oriundo de Barcelona, como muchos de los que publicaron en AFAL, se formó como fotógrafo en París, donde se empapó de las tendencias imperantes en Europa. Su fotografía se encauzó a terrenos como la moda, la publicidad y el retrato, trabajando para publicaciones prestigiosas, como Gaceta Ilustrada. Sus imágenes eran sencillas pero cargadas de fuerza.

Maspons© Oriol Maspons

Joan Colom
Nacido en Barcelona, es uno de los más grandes nombres de la historia de la fotografía española. Trabajando como contable, aprovechaba sus ratos libres para fotografiar casi a escondidas el barrio chino de Barcelona, por ser el vecindario en el que habitaba. Sus fotografías captan la vida en la calle, están llenas de amor hacia las personas que aparecen en sus fotografías y a las que retrató desde el respeto.

Joan Colom

© Joan Colom

Ricard Terré
También catalán, pintor y caricaturista en sus inicios, se colgó la cámara al cuello en 1955 y se lanzó a fotografiar la calle. Es el fotógrafo de las procesiones y los eventos religiosos, donde retrató a los participantes buscando lo anecdótico sin faltar al respeto y al espíritu del mejor fotorreportaje. Su imagen de la niña bizca vestida de comunión es el mejor ejemplo de su obra y de todo el espíritu del Grupo AFAL, del que fue miembro desde su comité directivo.

Ricard Terre

© Ricard Terré

Francisco Ontañón
Nació en Barcelona, realizó un buen número de portadas de discos, pero su trabajo en sus reportajes fotográficos es sin duda lo mejor de su carrera. Fue uno de los fundadores de La Palangana, el grupo “rival” de AFAL, y formó parte del equipo del diario El País y recibió el premio Nacional de Periodismo Gráfico.

Francisco Ontañón© Francisco Ontañón

 

Ramón Masats
Fotógrafo catalán nacido en 1931. Ingresó en el Grupo AFAL acompañado por Xavier Miserachs y Ricard Terré. Maestro de la fotografía humanista, recibió en 1956 el Premio Luis Navarro de Fotografía de Vanguardia y trabajó como fotógrafo para La Gaceta Ilustrada. También fue miembro del grupo La Palangana, antes de serlo de AFAL. Aunque trabajó en formatos cinematográficos y Televisión Española -emitió algunos trabajos suyos de gran importancia como Los Ríos o El Prado Vivo-, su medio de expresión natural fue la fotografía, donde destacó de forma especial.

Masats

© Ramón Masats

Gabriel Cualladó
Valenciano nacido en 1925, mostró sus primeras fotografías en 1951. Desde 1956 formó parte de la Real Sociedad Fotográfica e ingresó en el Grupo AFAL. Inició su gran carrera con el premio de honor del salón nacional de la Real Sociedad Fotográfica. Además, también fue integrante de La Palangana para evolucionar y no estancarse en el documentalismo. Consiguió una gran cantidad de premios entre los cuales se encuentran el Trofeo Luis Navarro de Fotografía Vanguardista o el Premio al Mejor Retrato de la Fotografía de Sandes (Noruega).

Cualladó
© Gabriel Cualladó

Alberto Schommer
Fotógrafo de Vitoria nacido en 1928. Por imposición de su padre, se dirigió al retrato, terreno que mejor conoció en su trayectoria fotográfica. En 1959 se unió al Grupo AFAL. En sus retratos hay tanta presencia del retratado como de su personalidad, que se plasmaba gracias a una fuerza expresiva única. Si bien la mayor parte de su obra se encuadra en esta especialidad, no dejó de lado otros ámbitos. Difundió su trabajo en instituciones como el Museo Español de Arte Contemporáneo y el Centro de Fotografía Creativa de Tucson. En 1956 fue nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.

Schommer© Alberto Schommer

La sala que ahora les dedica el Museo Centro de Arte Reina Sofía es pequeña pero suficiente para constituir el testimonio necesario de estos fotógrafos y su publicación. Se exhiben fotografías, ejemplares de la revista, bocetos previos a la maquetación y otros documentos de gran interés. Su visita siempre será recomendable como homenaje a uno de los momentos más elevados de la historia de nuestra fotografía.

 

Enlaces de interés:
El artículo en Abre El Ojo
Instituto Europeo de Diseño
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía